
Elio Burgos (San Pablo 1947) expresa que siempre ha pintado. No sabe si se ha dedicado a este arte en otras vidas antes de la actual. Tampoco sabe si en futuras re-encarnaciones seguirá utilizando el pincel y el óleo para expresarse.
Califica a su trabajo de sencillo, se simple como la tristeza de un fogón. Pero en el cuadro de un fogón uno descubre que hasta las piedras tienen alma y sentimiento.
Considerado como uno de los exponentes más grandes de la pintura neo indigenista, Elio Burgos retrata los paisajes bucólicos de zonas como San Pablo y Cajamarca. En sus cuadros, reposan los pobladores de los Andes, protagonistas de la vida cotidiana, de historias del día a día.
Su pincel no sólo traza líneas armónicas y llenas de vida, son poesía hecha pintura, un cuadro de Burgos bien puede ser calificado como poesía de colores.
¿Qué es lo que más desea?
- Seguir pintando.
¿Tiene miedo de algo?
- De morir y dejar de pintar
¿Hay algo que lamenta?
- El tiempo perdido en el cual no pinto.
¿Qué clase de cuadros presenta en esta oportunidad?
- 26 obras de carácter indigenista
– costumbrista, dentro de un estudio impresionista con el tema cajamarquino.
¿Cuáles son sus temas de inspiración?
- Los personajes de la vida cotidiana de mi tierra. Me encantan los paisajes de la sierra del Perú. Disfruto con un atardecer, con las escenas cotidianas de la vida en el campo.
¿Hay un tono de reivindicación en su obra?
- Sí. Busco a través de mi arte mostrar a todos lo que somos, todo lo que tenemos como nación. Es maravilloso todo lo que tenemos para inspirarnos en nuestro alrededor, sólo que muy poco lo valoramos. Como decía Sabogal, dejemos de pintar a las Venus, a los Apolos, dejemos a los cisnes y a los unicornios, metámonos en la retina a los cerros, los desiertos, a los cholos, a los negros, al pobre, eso es el Perú, una mixtura.
¿Valorar hasta nuestras piedras del fogón?
¿Por qué no? El fogón es tan peculiar es tan nuestro, que tiene nuestra identidad en esas piedras y en esas leñas.
Fuente: www.elregionalcajamarca.com